Hace un día estupendo, el mar esta plano como una balsa de aceite y hace un sol que derrite las piedras.
Son las 9 A.M. en el centro de buceo Anfora en Tossa de Mar. Hemos quedado para realizar la inmersión clásica de infantería, la Mar Menuda.
Somos 10 buzos, unos más puntuales que otros… pero poco a poco aparecieron todos. Una vez montados los equipos una encantadora monitora nos lleva prácticamente a pie de playa. Nos damos un poco de prisa para poder entrar en la bañera de Tossa.
Una entrada que es ideal para salir y entrar cómodamente. La monitora nos informa que hay numerosos caballitos de mar, pero creo que nos engañó porque no vimos ninguno.
Saliendo de la bañera paramos en una especie de placita donde nos reagrupamos ya que la salida fue un poco escalonada.
Pasamos un paso, nunca mejor dicho y seguimos con la pared a la izquierda hasta dar la vuelta.
Vimos numerosas morenas, sargo real, salmonetes e incluso un belén… pero caballitos de mar ninguno.
La inmersión con un aparente desorden guardaba la estructura básica del binomio.
Pau Herrero iba acompañado por María, una hermosa sirena. No tuvo tanta suerte Ballano que le acompañó Javi Benavente y Albert Villafañe.
Toni Portillo junto a Ricardo Talavera se esforzaba en controlar el rebaño.
Álvaro Pérez junto a Oscar González cerraban el grupo y Pauner intentaba no perderse.
Fue una inmersión sencilla, con buena visibilidad y agradable.
Finalmente al salir vimos una especie de tiburón en peligro de extinción llamado Alcaraz que aprovechando su nueva dentadura dio un toque de adrenalina cuando atacó a algún submarinista.
Unas cervecitas y unas claras nos ayudaron a finalizar la salida.
Autors: Oscar González y Herminio Pauner