Els Ullastres, Llafranc 7 Octubre 2017
Como cada año nos damos cita en Llafranc, esta vez, realizaremos la inmersión en los peculiares Ullastres , y después, momento de relax junto al fuego con la esperada barbacoa que pone fin a la temporada de buceo del 2017.
“Els Ullastres” son tres formaciones rocosas sumergidas repletas de vida en la bahía de este carismático y privilegiado pueblo. Estas tres montañas se denominan en orden creciente I, II, y III, en función de lo alejadas que estén de la costa. Sus cimas están a 10, 8 y 9 metros , desde donde sus paredes descienden a plomo verticalmente hasta profundidades de 28, 42 y 50 m. La tónica de las inmersiones en estas montañas sumergidas se caracteriza por las Gorgonias rojas y amarillas, abundante variedad de salpas, sargos, escórporas, doradas, morenas, congrios, algún mero, pulpos, Langostas y parece ser que algún pez luna, rape o raya.
Cabe decir que las inmersiones en esta zona, al menos en esta época del año, pueden estar llenas de contratiempos. La entrada de la Tramontana puede hacer que tu corta vida a bordo, dado la escasa distancia a la costa, sea un suplicio por las sacudidas y tu estómago se comporte de manera indeseada, compartiendo su contenido con todos los presentes. Las fuertes corrientes pueden hacer de ti un verdadero muñeco de trapo, cuya única salida sea reptar por las rocas o esconderse para evitar llegar a las Francias. La escasa o nula visibilidad puede convertirte en un cegato desorientado. De conjugarse, y doy fe que es posible estás listo, ¡muñeco de trapo pálido como el mármol ciego vomitando!! . Ciertamente no resulta muy atractivo si nos basamos en esta descripción, pero lo cierto es que a pesar de poder producirse un escenario así, todos repetimos año tras año, con lo cual no debe ser tan catastrófico.
Antes de ver el estado del mar y enfrentarnos a ese escenario hay que pasar una primera y dura prueba. Hay que realizar los trámites burocráticos necesarios previos en el centro y salir ileso sin un gruñido, resoplido, o rayos ionizantes de esa cabecita tras el mostrador. A veces no la ves, pero sientes ese calor… uff me está mirando! Y no sabes si reír o irte corriendo. Es todo un reto quedarte!! . Para facilitar los trámites, no propiciar el desastre y minimizar los daños tenemos a Herminio que pacientemente hace de intermediario. Este año, una personita cautivó a la dura señora y no solo dibujo una sonrisa en su rostro, sino que, incluso, consiguió sacarle amables palabras. No hay nada que la mirada inquieta y la sincera sonrisa de Mar no consiga. Y lo que no han conseguido un grupo de bomberos en un montón de años lo consiguió un bebe de 9 meses.
Después de comprobar botellas y preparar el material, llegamos a puerto. Empieza el corre, corre… montar botellas, buscar sitio en el barco, zarpamos!!, espera! Foto de equipo! Que dado las prisas se realiza desde el muelle que se aleja. Las fotógrafas son algunos de los miembros del quipo que no se sumerge. Oye!! Ni tan mal!!. Salimos hasta centrados a pesar del movimiento.
Sol y nada de nubes, algo de brisa que al salir del resguardo del puerto incrementa su potencia, sacudidas de mar de fondo, caídas sobre compañeros al intentar equiparse… en fin lo normal. Los buzos se van tirando al agua en un sálvese quien pueda y se van agrupando en el cabo de fondeo esperando a sus compañeros. Mientras suben y bajan en la superficie por las olas y ven al barco más cerca, más lejos, más cerca, mas lejos… miradas de…¡ pillamos otra vez!! ¿Ya estamos todos? … ¡estamos! Siempre queda algún rezagado con problemas de última hora en el equipo.
Para nuestra sorpresa al dejar la superficie del Ullastre II la visibilidad es perfecta, y además la corriente es muy suave. Esto permite que podamos realizar una tranquila y colorida inmersión. Desde el minuto uno, bancos de peces de diferentes tamaños nos rodean hasta el final, las tranquilas barracudas, castañuelas, morenas, nudibranquios, algún mero lejano, se dice y se comenta que hasta langostas… y como no, las Gorgonias, esos abanicos o corales blandos meciéndose suavemente con el vaivén, de colores rojos y amarillos, ofreciendo una amplia gama de todos sus tonos según les de la luz. Estos corales blandos huyen de la luz, y buscan pasos de corrientes para poder filtrar y alimentarse del plancton. Por lo general se encuentran a más profundidad donde la luz escasea, o bien donde las aguas son más turbias. Por lo que es todo un privilegio su presencia, y justifica con creces las condiciones del mar, ya que no de ser así no existirían.
El Barco y su barquero inmunes a las sacudidas del mar nos esperan, no puede decirse lo mismo en cuanto a la inmunidad de algunos de los miembros del equipo. Las condiciones hacen que alguno de ellos, ya casi inconsciente, sea convencido de lanzarse al agua y aguardar en el cabo de la barca auxiliar, donde un experimentado marino Warrior aguarda hasta zarpar, controlando las sacudidas de su enemigo, en este caso el inmerso mar.
Sin más incidencias, sin vertidos alimenticios, que sepa la redacción, llegamos a la costa. Ya queda menos para la esperada Sardinada/Butifarrada. Solo nos separa endulzar el material y endulzarnos nosotros en todos los sentidos, por fuera con una buena ducha y por dentro con una copita de vino o en su defecto cerveza, refresco o agua.
Mientras se constituyen las brasas, se preparan los acompañamientos imprescindibles. Por qué no hay Sardinada /butifarrada que se precie si no está bien aliñada con una picada de ajo y perejil, y un auténtico alioli, de esos que se hacen a mano con mortero, hasta que te duele la muñeca. Ese alioli amarillo, tan espeso que ni poniendo boca abajo el mortero cae.
El tiempo vuela, los platos van pasando y solo algunos se van acabando. Los compromisos hacen abandonar a dos de los participantes, mientras el resto seguimos comiendo, sin ser conscientes del tiempo y de la capacidad real de nuestro sistema digestivo… hace como fresco, los mismo es tarde… pos sí, es hora de recoger. Upps!! ¡Tarta de Santiago! Que mejor que una ligera tarta de Santiago para terminar la fiesta , ¡y oye, que si! ¡Qué Palante!! , ¡Arriba!, ¡Abajo! Pal centro! y ¡ Pa dentro!! …¡ Pos muero!!
Huelo a fogata, olemos a fogata, que sería una sardinada si no te impregnas de ese olor. Para estos es como una droga, si no huelen a quemado pues se sienten raros… jajajajajaja. Imprescindible también dejarse algo en el centro, por ejemplo una chaqueta, o llevarse algo útil prestado, véase una percha, todo vale. Aunque realmente lo más importante es compartir con vosotros el preciado tiempo. ¡ Muchísimas gracias!.
Autora: Noemí Molero
MAS IMAGENES DE LA SALIDA (clicar aquí)