Curso avanzado de buceo – B2E – 2017

El 9 es un número, simplemente, genial. Tiene la propiedad de, con solo girarse, convertirse en “alguien” totalmente distinto. Y ese giro es el que hemos pretendido hacer con este curso.

Con él, hemos pasado de ser “bultos” que persiguen a alguien, sin saber a dónde íbamos, ni dónde estábamos, a aprender a no dejar nada al azar.  

Gracias a los formadores especializados y a su gran profesionalidad, que han sabido transmitirnos la esencia de un buceador 2 estrellas.

El primer día de curso aprendimos, con estricto detalle, el soporte vital básico.

Después de una amena teórica, nos dividieron en dos grupos, para que todos pudiéramos practicar las maniobras indispensables. Entre ellas, posición lateral de seguridad, reanimación cardiopulmonar, pulsos radiales y carotídeos, utilización de DEA, tubo de guedel, Ambú, distintos sistemas de barrera para hacer el boca a boca, etc.

El segundo día, la cosa se puso emocionante. Rumbos, compás subacuático, línea de fe, rosa de los vientos, corona fija, corona móvil, boyas de señalización, tablillas. En un principio íbamos un tanto perdidos y se creó un poco de caos en el aula. De nuevo, una formación por parte de instructores titulados y con experiencia en la materia, nos aclaró punto por punto y a cada uno de nosotros todas nuestras dudas. El día acabó de manera gratificante para todos los asistentes.

El tercer día tocaba algo realmente serio, ayudar a un compañero que pierde el conocimiento bajo del agua. Creo que este día, el formador se tomó más en serio que nunca la clase. A todos nos quedó claro las prioridades si nos encontramos en esta situación.

El cuarto día hablamos de algo, que siendo también de vital importancia, nos pareció más del día a día. La planificación de la inmersión, teniendo en cuenta todos los detalles que hasta el día de hoy nos pasaban totalmente desapercibidas, como por ejemplo, el plan de emergencia si hay que evacuar a alguien, avisar a alguien de dónde estamos y a qué hora aproximada pensamos volver, teléfonos de emergencias locales, la ruta prevista bajo el mar, conocer a los participantes de la inmersión, saber su nivel y experiencia, etc.

El quinto día, regresamos al pasado, a las tablas, esta vez con sus tiempos de descompresión, en caso de superar el tiempo en cada una de las profundidades. Después de una extensa explicación y unos cuantos ejercicios, nos quedó claro, que lo más seguro es no entrar  en descompresión.

El último día, se simplificó todo. Los relojes de buceo. Cada uno, habiendo buscado y estudiado su propio ordenador de buceo, fuimos respondiendo a cada una de las preguntas del cuestionario. También hicimos comparativa entre los relojes que cada uno teníamos.

Y por fin, al agua!!!!

Nos esperaban dos fantásticos días, donde pondríamos en práctica todo lo aprendido en el aula.

Después de una explicación detallada de todos los ejercicios, planeados minuciosamente, comenzamos con un circuito de tres boyas que combinaba varios ejercicios, simplemente brillante.

Combinaba cálculos de rumbos, boyas de señalización, ayuda a un compañero con pérdida de conocimiento, rastreo y búsqueda de un objeto en el fondo.

Una segunda inmersión consecutiva, nos enseñaría a hacer cálculos bajo el agua. El formador, en este caso haciendo de guía , iba haciendo paradas. En éllas teníamos que hacer uso de la tablilla, para apuntar, tiempo de inmersión, profundidad y aire que nos quedaba en las botellas, llegado un momento el formador nos dió un valor de entrada de la tabla de inmersiones consecutivas y teníamos que calcular, mediante las tablas, el tiempo de descompresión y a los metros que teníamos que realizarla. La práctica fue todo un éxito.

El segundo día, se cambiaron los papeles, esta vez, nosotros seríamos, por turnos, los responsables de dirigir la inmersión. Mientras, el formador, nos seguiría solamente para preservar nuestra seguridad.

Y así fue. Cada 12 minutos, con una disciplina abrumadora, nos fuimos alternando el mandato del grupo, solicitando la presión restante a cada uno de los compañeros, con una gestión de señas ejemplar, controlando en todo momento la profundidad, sabiendo a cada instante donde estábamos y donde teníamos que ir. Poco a poco nos fuimos sintiéndonos más líderes, los conceptos aprendidos en el aula estaban dando sus frutos.

Y así terminó el curso, con 9 nuevos B-2E, motivados, con ganas de planificar inmersiones, sintiendo la preparación a la que habíamos sido sometidos con total disciplina.

Se nos abre un nuevo camino en nuestros horizontes.

Autor: Javi Sanchez

Deixa un comentari