29 de abril del 2017, son las 10.30 y ya casi estamos todos pululando por los rincones de Sant Feliu… Los lobos de Mar de bomberos, los que llevan menos bajo el agua y alguno al que todavía le da miedo el agua fría. Día despejado y aunque con algo de viento, no parece que el mar vaya a poner el Canal Plus codificado. Y así fue!
Después de prepararnos con la calma la segunda piel…. Bueeennooo, alguno se puso segunda, tercera, cuarta y hasta quinta… Que no es cuestión de resfriarse tontamente, que el agua está a 14º todavía. Hay bomberos machotes y luego están los que les gusta el fuego porque está caliente. Como iba diciendo, después de calzarnos las botas y comprobar los cacharros, subimos a la barca, donde nos dan las referencias para llegar a la 3ª cueva de Port Salví, nuestro objetivo del día.
Parece fácil, sumergirse dejando siempre al lado izquierdo la pared, pasar una especie de canal y por ahí debe andar la cueva! Pues debía ser pequeñita la entrada porque al menos la mitad del grupo no la encontramosss… La otra mitad del grupo alardea de hacer uso de su brújula nueva de trinca todavía con las pegatinas puestas para guiarse hasta el preciado paso! Y mira que parecía que nadie se enteraba de cómo iba el cacharro en las clases magistrales del 2*… pero el mestre Barquet es mucho Barquet. En fin, que no todos nos creemos que la hayan encontrado y que no pasasen por debajo de una roquita mal puesta, pero aceptamos barco.
Así, sin prisa, seguimos la expedición con visibilidad más que aceptable y sin más problema. Algún altercado menor: no encuentro el tirante inferior para vaciar el jacket y me estoy yendo para arriba, la botella se me afloja… cositas del buceador novato. Y logramos ver entre muchos otros peces una langosta y algún nudibranquio! Éstos no los conseguimos fotografiar, lástima!
Al salir del barco nos calentamos el cuerpo (sobre todo los pobretones que todavía no tenemos semiseco!) y comentamos lo boniiiiitttaaa que era la 3ª cueva. Lástima que no la viéramos XD Creo que tendremos que repetir la expedición algún día, que bien lo vale.
Pues nada, así ya bien duchados, sequitos y calentitos, después de separar la paja del trigo en cuestión de restaurantes nos metemos un buen entrecotte (algunos) entre pecho y espalda y disfrutamos de la sobremesa con la genial familia de SAS Bombers & company!
Autor: Carlos García Quiñones