Esta es una de las maravillosas islas de las Canarias, denominada, la punta más al oeste de Europa, sus habitantes y el entorno es una fantasía contínua, existe un loco que nada más llegar se levanta a las cinco de la mañana para pasear por el pequeño muelle, donde existe un silencio que le permite desde lo más alto del espigón observar la obra del Gran Arquitecto, tanta belleza, tantos puntos luminosos, tantas estrellas, con la mirada extraviada busca la suya, pero supone que ya tiene una, esto hace que le pida suerte para todo el grupo, que haya una para cada uno el espectáculo es maravilloso, luego evidentemente, inicia el retorno saludando a los primeros lugareños trabajadores de la mar. Conoce a Aurelio, que luego más tarde se ríe con sus tonterías y evidentemente cervecita en mano, pero a la vez el loco se entristece, pues se entera de que estos hombres que normalmente van de dos en dos en las embarcaciones, si uno de ellos enferma, nadie lo puede sustituir, el zumbao le propone, a una de esta personas salir a faenar con él y muy a pesar suyo le comunica, que para eso hace falta pagar un canon, creo que me contó que eran cuarenta y siete euros, y ahí no termina la cosa pues tendría que enrolar al supuesto trabajador en la pequeña embarcación de pesca, ni siquiera se permite, que le acompañe un familiar, todo un gesto de amabilidad por parte del sistema, un sistema que no piensa que un hombre jamás debe salir a la mar a faenar solo.
En cambio, en lo que nos ocupa, que es el buceo, se respeta la norma de al menos bucear dos, tener un compañero debajo del agua es sumamente importante, dado que el uno vigila al otro, bien vayamos por el primer contacto con el medio maravilloso, que nuestros conocimientos nos permiten ver unas aguas limpias transparentes llenas de vida, su claridad se la debe al origen volcánico de la isla, una vez sumergido el grupo, vigilado por un instructor francés que acomete su trabajo con la máxima responsabilidad, pero ¡ahí amigo!, no sabes dónde te metes, ya que he hablado de un loco pero él no sabe que en el grupito hay más de uno, y si no que se lo pregunten a Ruben, que tambien infringe la ley en cuanto a profundidad alcanzada, como casi todos, tengo la sensación de que hasta la familia Bonet, se le ha pegado algo de los bomberitos, dado que no es la primera vez que viajan con ellos, y tambien el padre y la hija superan como casi todos la profundidad que les permite su titulación, pero que cojones, las normas las ponen los tontos, y son para infringirlas, manifiesta el que os podéis imaginar, como tambien aprende una frase, que le enseña Lorenzo alias el vikingo, este es más permisivo que el francés, la frase dice así “a tomar por cleta la biciculo”.
Algunos de nosotros hicimos una maravillosa inmersión nocturna, fácil y tranquila dado que es en el interior del puerto, esto nos permite, observar especies grandes y no tan grandes, pero no por eso dejan de ser espectaculares.
De la gastronomía no quisiera tener que hablar, pues si mi compañera no se queja, quiere decir que todo está bueno, sobretodo el vino de la isla, que realmente es lo que más me preocupa a mí, bueno si no es tan bueno tampoco me importa mucho, con Rosa podéis confiar en lo que se refiere a comer pues la mujer de eso entiende y mucho. Tengo suerte con ella, en cambio Martín, tiene una gran paciencia, pero no tan solo con ella, sino más con todo el grupo, yo le pediría a todos que se hicieran cargo que organizar una salida como la que hemos hecho no es fácil, hay que colaborar, cuando las cosas no salen como uno quiere, en definitiva todos son personas excepcionales, quizás el peor sea yo, por eso disculparme en la medida que os sea posible. Volviendo a Rosa es una buena cuidadora, pero se excede en su labor, por ejemplo en una de las salidas, conducía Martín la furgoneta, y ella para que a Martín no le molestara el sol le bajo el parasol del vehículo, para que así Martín, dado que conducía por una carretera de curvas bastante impresionante, pudiera hacerlo más tranquilo, pero no tuvo en cuenta que Martín es más alto, o sea lo dejo sin poder ver, pero él que dice pocas pero suelen ser muy buenas, para sorpresa de todos se sacó las gafas, indicándole y mirándola que si también quería limpiárselas, todos sonreímos de la ocurrencia, pero yo la mire con cariño pues se como es, no ha podido cuidarme a mí porque yo no se lo he puesto fácil, pero sé que insistirá, y lo conseguirá, por eso no puedo dejarla de querer.
El grupo cuenta con un duendecillo francés escurridizo, chillón y que siempre se ríe, es la compañera de Álvaro, me cae muy bien a pesar de haberle llamado fea, por Dios, si realmente tiene una simpatía que enamora.
La avaricia rompe el saco, ya que el centro de buceo que nos acoge no está preparado, a pesar de un trato excelente por su parte y por el personal que trabaja con Williams pero somos un grupo muy numérico esta vez, eso hace que existan descompensaciones, en cuyo caso el responsable hubiera tenido que repartir, dado que en la pequeña isla hay muchos centros, cuando hablo de responsable no me refiero a Martín lógicamente, sino al jefe del Bajón, el gordo este que por cierto me cae muy bien, pero se lo quiere comer todo, a pesar de todo le tengo que felicitar por la capacidad de organización, todos los instructores son buenos, pero a mí siempre hay uno que me cala mucho más, es Lorenzo alias “el vikingo” que seguridad da el bucear con él, es un gran compañero pero puede ser y de hecho lo es un gran master, y no como una que me viene a la cabeza y que prefiero obviar, además conmigo este chaval ya que yo podría ser su abuelo, fue permisivo en cuanto a la profundidad alcanzada, esto tiene una fácil explicación, como no le va a dejar a su abuelo que haga lo que le dé la gana, si total para lo que le queda .
Tambien, quiero comentar, que a veces incitar a una persona a que corra y hablo de Susana la patrona de la embarcación, se te puede volver en tu contra pues la hostia que me pegué con el tambucho de la neumática no fue una tontería, cada vez que me pongo las gafas aún me acuerdo de la loquilla que me hizo caso.
Muy importante y que evidentemente no puedo dejar de mencionar es a mi compañera de expedición, mujer valiente pues escoger a un guía borracho, manda huevos pero la lleve a la cumbre, bueno creo que se llevó ella sola, un gran abrazo muy cariñoso para ella, y espero que me comprenda y me disculpe.
Ha sido un placer estar con todos y cada uno de vosotros.
Autor: Josep Lluís Alcaraz i Vidal “EL loco”
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