Furió Fitó – 23 Agosto 2018
Quiero darle un sentido a todas las palabras que vais a leer, buscando algo que es principal y primordial, y que da lugar a estas salidas, que se consiguen con el esfuerzo de los compañeros y amigos que todos conocéis. A esta crónica la voy a llamar familiaridad, porque entre todos conseguimos siempre ser un grupo homogéneo, que se respeta, se cuida y sobretodo que se quiere, no siempre son las mismas personas las que acuden, pero las circunstancias sí que siempre se dan, caras alegres, sonrisas abrazos, creo que todos nos sentimos en eso tan precioso que es una gran familia. Hasta el punto de que protegiéndonos de ser arrollados por una chica que realmente iba a una velocidad exagerada por aquella pequeña calle del Pueblo de LLafranc, el Paco nos apartó, pero claro el hombre tuvo que desatar su fuerza con un pequeño golpe al vehículo cosa que desató los nervios de la chica, y por supuesto la tranquilidad de mi querido amigo Francisco Aranda que entró en algunas palabritas contundentes, más que nada para calmar los ánimos, cosa que normalmente el hombre suele conseguir, vamos una auténtica batalla campal, pero al final no sucedió nada.
Escribir desde la cota cero, es difícil ya que yo no me sumergí, pero sus ojos eran los míos, extrañamente llegué tarde al punto de encuentro, pero no me perdí lo más importante para mí, que es estar con ellos y compartir el resto del día.
Como todos sabéis, porque supongo que lo sabéis, fue en el Furió Fitó, la descripción de la inmersión ya os viene dada de una manera más que correcta, por eso no voy añadir nada al respecto, solamente que me perdí un buceo de los que me gustan a mí, bajar metros, pero en fin que se le va hacer, pero……sorprendentemente había un elemento que tenía dudas de el fondo alcanzado, al parecer estaba tan absorto con este mundo que nos encanta, este era mi queridísimo Ruben pues el hombre no se aclaró demasiado con su profundímetro, Martin me parece que me dijo este no se ha enterado demasiado de lo que ha bajado, pero subió y aquí no ha pasado nada, luego tambien me interesé por las famosas descompresiones del Paco, y por respuesta obtuve una sonrisa de complicidad ya que lo conozco, no tiene paciencia ni para eso, las esperas no son lo suyo, pero las hace a su manera, y no dejan de ser efectivas, es consciente de lo que hace, creo!!
Todo en la salida es importante, pero lo que más noto es que en el momento de la comida, no existe eso que está sucediendo en muchos hogares, pues hay una gran comunicación verbal y humana como debe ser, la gente sabe aparcar sus móviles, para relacionarse los unos con los otros, es perfecto, no me cansaré de repetirlo, en ese espacio notas que realmente todos somos una gran familia. Allí me entero de los proyectos de escalada que tiene Alvaro, deporte que también le apasiona, también agradezco que de una manera sonriente y de una manera alocada pero cargada de simpatía su compañera la “francesita” me recomienda que cuide mi ímpetu a la hora de escribir ya que se me olvida el respirar, en el agua eso no me pasa, quiere más comas y más puntos, en mis crónicas, a ver si poco a poco lo voy consiguiendo.
No faltan las botellitas de vino y las cervecitas, a pesar de que en un principio nadie bebe pero a estos muchachos, de pronto les entra mucha sed como a mí naturalmente.
Ojala que podamos disfrutar de estas salidas mucho tiempo, porque son un buen motivo para vivir
Autor: Josep Lluís Alcaraz i Vidal
MAS IMAGENES DE LA SALIDA (clicar aquí)