Como ya es tradición, el pasado 16 de octubre celebramos la “VI sardinada” de final de temporada, aprovechando para hacer la inmersión en la zona de los Ullastres, saliendo con embarcación desde Llafranc.
El mar no estaba demasiado movido pero la visibilidad era muy mala ya que días atrás el levante hizo de las suyas. Pensamos que quizás abajo mejoraba, pero empeoró.
Una vez divididos en tres grupos nos sumergimos, ya que si te lo pensabas mucho era fácil no bajar. La zona consiste en tres montañas y nosotros nos íbamos a centrar en la segunda, Ullastre del Mig. Es conocida por sus Gorgonias rojas y amarillas y de hecho fue lo único que vimos. Una vez abajo la visibilidad era prácticamente nula y tenías que estar pegado a la montaña para verla. Las linternas fueron bastante necesarias. Ir pegado a la pared fue básico además de para ver algo, para combatir la corriente.
Y aunque pareciera mentira, el tiempo pasó volando y poco a poco íbamos apareciendo los binomios por la plataforma elevadora del barco. Para algunos un rato un poco perdido, para otros una buena práctica y alguno hasta afirmaba haber visto langostas mientras el resto poníamos cara de incredulidad…
Una vez más se demuestra la profesionalidad de nuestro equipo ya que las condiciones eran difíciles y nadie tuvo ningún tipo de problema de orientación. Tanto los más bragados como los que vamos más justitos de nivel, que en todo momento nos sentimos muy arropados por los compañeros en unas condiciones que no eran ninguna broma.
Lo mejor sin duda fue llegar a la barbacoa y disfrutarla junto con compañeros, parejas y acompañantes que se apuntaron. El buen rollo y la camaradería se apoderaron de las barbacoas y de la mesa. No faltaron sardinas, carne ni chistes que con más o menos sentido nos hicieron reír hasta llorar.
Con o sin visibilidad, esperamos que haya muchas más como esta.
Autor: Carlos Luís
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