Este año se ha hecho esperar!
Cuando daba comienzo el curso que anualmente SAS Bombers imparte para la iniciación en el submarinismo, muchos de los participantes ya estábamos deseosos de podernos sumergir, y permanecer más tiempo bajo el agua que lo que hasta el momento nos permite nuestros pulmones. Supongo que las altas temperaturas del ambiente exterior ayudó a estos deseos. Y digo exterior, porque por “suerte”, en el aula siempre hacía un frío del carajo. La presentación ya fue mucho más técnica de lo esperado, lo de vernos las caras y saber los nombres de cada uno pasó a segundo plano. Se repartió material didáctico y nos pusimos a rellenar todo tipo de formularios, solo apto para niveles de concentración e intelectualidad elevados. Primera prueba superada con éxito. Una vez preparados para iniciar el curso, Martín, nos explicó lo de la equipación ligera, todo fue sorpresa y admiración, porque ninguno de los de la sala, a excepción del instructor, sabíamos nada, más allá de lo que es hacer snorkel. Máscara templada, con silicona negra o transparente, con uno o dos cristales, manera de comprobar si te va bien, aleta abierta, cerrada, con zafado rápido, escarpines con suela dura, con suela blanda, tubo rígido, flexible, con válvula, sin ella, plomos, de 2, de 1, de medio…… PERO SI ESTO ERA LA PRESENTACIÓN!!!!!!
Lunes, primer día de curso, ya todos con la equipación que se utilizará en el curso. Todos coincidimos en algo: el equipo es caro, sí, pero por los plomos! Rápido nos dimos cuenta que ahí es donde estaba el negocio. Los 5 días teóricos, impartidos por Martín, fueron progresivos, empezó con cosas muy básicas, hasta que el cuarto y quinto día ya nos echaba humo la cabeza haciendo cálculos con las tablas, se resolvieron todas las dudas y quedó todo muy claro, tan claro, que todos vimos indispensable hacerse con un ordenador de buceo. En los 4 días de piscina nos esperaba el sargento Gimeno y el, futuro, caporal Barquet. Y no digo lo de sargento por su mano dura, sino porque es su rango en el cuerpo. Es algo de agradecer, que compañeros de trabajo te formen, o que, si vienes de fuera, sean bomberos, siempre da la sensación de mayor protección. Las prácticas de piscina intachables, adaptándose al nivel del grupo e incrementando la dificultad de las maniobras, viendo que el grupo podía dar más de sí. El fin de semana en Blanes, mar plano como un plato, visibilidad excelente y algo nublado, que se agradece. Ejercicios en mar abierto y varias rutas por el fondo. Instructores siempre pendientes de nosotros y todos los compañeros a un nivel altísimo de disciplina.
Ahora nos queda un largo camino por recorrer, en algunas ocasiones acompañados por este grandísimo club, SAS Bombers, que no nos abandona, y otras con amistades fuera del cuerpo. Aplicando lo que hemos aprendido, tomando precauciones, para que nuestras inmersiones sean, sobretodo SEGURAS.
Gracias por vuestra paciencia (a instructores y compañeros)
Autor: Javier Sánchez
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